Tras un año y medio de gestación, Chenoa nos presenta Soy Humana. En su disco más personal, vuelve a contar con María Marcus en la producción, como ya hizo en su anterior trabajo, que supuso el comienzo de una nueva etapa para la artista al editarse con su sello discográfico, Alias Music.
En #SoyHumana encontramos a la Chenoa canalla y guerrera de siempre, pero predomina el medio tiempo, el pop en esencia que envuelve todas las emociones que transmite este disco y nos acercan más a Laura.
Chenoa abre el disco con fuerza. Entra en mi realidad es de esas canciones con garra y picardía en las que aflora su vena rockera y que ganará aún mucho más en los directos. A veces solo hace falta imaginación y pensar en la persona que te atrae, para que estalle la pasión. Pura atracción.
Después del subidón del anterior tema, bajamos la intensidad y nos encontramos con el primer medio tiempo. Nada es casualidad. Todo pasa por algo, hay trenes que se van, y otros que vuelven a pasar. Por mucho que te empeñes en que una relación no funciona, hay parejas que están predestinadas.
Seguimos con Hoy por hoy, una canción muy popera, de las que más se pega en las primeras escuchas del disco. Chenoa nos invita a vivir y disfrutar intensamente del presente, sin pensar en qué pasará mañana. No hay mayor compromiso que el de este preciso momento.
Lágrimas es la única letra que no firma Chenoa en este disco, y a su vez, la única balada como tal. Tras el fracaso de una relación, hay que sacar fuerzas e intentar ver el color entre tanta oscuridad.
Volvemos a la Chenoa guerrera y cañera. Tú y yo refleja una relación intensa y tormentosa, para lo bueno y lo malo. Un ni contigo ni sin ti. Otra que nos hará vibrar en los directos.
Llegamos al ecuador del álbum con el primer single. Soy humana cobra muchísimo más sentido al escucharla en el disco y comprendes el por qué es el idóneo para dar título al séptimo trabajo de la artista. Un resumen perfecto de todas las emociones y sentimientos que suscita cada canción. Además encuentra su continuación en Nadie es inmortal, todo un alegato a la empatía, a ponernos en la piel del otro, a ser en definitiva, humanos. Debo confesar que es la que más me ha cautivado.
Hasta la luna nos obliga a creer en nosotros mismos, sin rendirnos y sin dejar de luchar por aquello que deseamos, todo ello a ritmo de pop.
Nos encontramos ahora con la primera letra que hizo para el disco y la que más le costó. Se trata de Puedes querer. Esa sensación de saber que lo estás dando todo en la relación y la otra persona no te corresponde, y no necesariamente por que no te quiera, sino porque le cuesta demostrarlo.
Una vez más empieza recordándonos una situación dolorosa del pasado para mirar hacia ese punto desde la distancia y darnos cuenta que ya no duele, ya pasó. Seguimos aquí y aunque volveremos a tropezar, tarde o temprano nos levantaremos.
Y si el disco se abrió con mucho ruido, se cierra con mucha calma y serenidad. Reconciliarse con uno mismo, libre de prejuicios y ataduras. Dejar todo lo que te encadena atrás, eso es lo que me transmite Libertad.
Me ha encantado la entrada!! Enhorabuena, Charly!