Fue en las Navidades del 2015 cuando se nos ocurrió la genial idea de crear un árbol con deseos de los chenoistas para desear a Chenoa lo mejor para el nuevo año, en ese caso eran para el año 2016. Dichos mensajes fueron quemados el 31 de diciembre para que se harían realidad.
A pocos días de despedir el 2018, volvemos a montar el árbol -por cuarto año consecutivo- con muchos deseos, tantos que hemos batido con creces el número de anteriores ediciones.
Este año tenemos nada más ni nada menos que 651 deseos procedentes de un total 19 países. Deseos de todo tipo que lógicamente no podemos desvelar para que se puedan hacer realidad en el año nuevo una vez sean quemados.
Si el año pasado montamos el árbol en una de las playas más bonitas de Cantabria “La Arnia”, en nuestro cuarto árbol también hemos querido salir a exteriores, concretamente a una playa espectacular en la tierra donde se creo ‘Yo te daré’. El lugar escogido ha sido la playa de Langre.
Se encuentra situada en la costa de Transmiera y es considera por muchas personas como la playa más bella de Cantabria. Cuenta con un alargado arenal y rodeada por verticales acantilados. Es una playa con fuertes corrientes y ventosa lo que hace que sea muy frecuentada por surfistas.
Como cada año, desde el Club de fans queremos agradecer a todos los chenoistas que han participado y enviado sus mejores deseos y palabras tan bonitas. Sabemos por ediciones anteriores que le hace especial ilusión a Chenoa este árbol por ello ponemos todo nuestro amor e ilusión en hacerlo.
Nos gustaría comentar algo y es que detrás de este árbol hay mucho trabajo ya que cada uno de los deseos tiene que ser escrito a mano (en total 651). Una vez escrito cada deseo, se enrolla el papel, se ata con una cuerda y se pone hilo de coco para posteriormente en la playa poder colgarlos de las ramas.
Como anécdota comentar que la playa escogida en un principio era otra pero debido a la subida de la marea, la zona de arena era prácticamente inexistente por lo que tuvimos que mirar otra opción. Durante el montaje del árbol pegaba tanto el viento que muchos de los deseos se caían de las ramas al suelo por lo que teníamos que volver a ponerlos. Todo esto mientras la marea cada vez subía más y se acercaba al árbol.
Todos los deseos serán quemados en la misma playa para que se puedan hacer realidad en el nuevo año.
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